Tal y como dice el villancico, la Navidad será del color que tengas tú el corazón, piensa si lo que haces en tu día a día es honrado, sientes que haces el bien a los demás y colaboras para que la sociedad sea mejor, sólo entonces podrás cantar, pero si descubres en tus manos la maldad, la avaricia y la indiferencia por los más necesitados, ¡calla, eso no es Navidad!.
Mira, si respetas la verdad, no mientes para beneficiarte en alguna situación y luchas por los indefensos, sólo entonces podrás cantar, pero si no sientes lo que sufren los demás, apartas la mirada ante las injusticias y no defiendes la verdad, ¡calla, eso no es Navidad!.
Sólo cuando sepas compartir, alegrarte por las cosas buenas que le pasan a los demás y sonreír a un desconocido que necesita ánimo, sólo entonces podrás cantar, pero si tus bienes no los das a los demás, eres egoísta y disfrutas tú sólo sin compartir con nadie más, ¡calla, eso no es Navidad!.
Por tanto, en tus manos está decidir de qué color es tu Navidad, porque, como dice el villancico, la Navidad será del color que tengas tú el corazón.
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