Comienza un nuevo curso para todos y para todas. Nuevamente, después de las vacaciones comienzan las actividades: colegios, institutos, universidad… libros, carpetas, mochilas, ropa… Aquí en nuestra Casa no han parado las actividades. Aquí el curso no comienza, continua. El hambre no tiene vacaciones, el dolor no tiene vacaciones, la soledad tampoco tiene descanso… Aquí nos llegan personas que no tienen comida, que están sin techo, que tienen “rota” el alma de tanto desprecio… ¿Cómo vamos a cerrar ACOMAR?. Aquí abrimos ACOMAR todo el año, porque todo el año nos viene mucha pobreza. Aquí no hay profesores ni alumnos, todos y todas tenemos que aprender los unos de los otros. Todos somos aprendices principiantes. Aquí las asignaturas más importantes que hay que tocar son las carencias, necesidades, sufrimientos… que nos traen todas las personas muy necesitadas que llegan y están en nuestra Casa de ACOMAR. Aquí no trabajamos por los pobres ni para los pobres, lo hacemos todo, con los pobres. Si nos sentamos a mirar el libro de su vida veremos que tiene muchas páginas escritas por ellos mismos. Nos hablan de sus situaciones de mucho sufrimiento y soledad. Si se va a estar con estas personas hay que leer todo lo que está escrito, no se puede saltar ningún renglón. Aquí no se pueda pasar página. No. Aquí se comenta con la persona sus páginas. En el libro hay otras páginas que están en blanco. Nadie ha escrito ninguna letra. No hace mucho tiempo, en una entrevista con una persona muy necesitada, tratando este tema, le pregunté : ¿Cuántas páginas en blanco tiene el libro de tu vida?. Me respondió muchas. Tan solo hay una escrita. Le pregunté: ¿ Qué texto hay?. Me respondió. “Dios nos ama a ti y a mí”. Le dije: ¿Quién lo ha escrito?: Me respondió YO. A tanto dolor y tanta soledad solamente tiene seguro el amor de Dios. ¿Por qué no escribimos también nosotros en esas páginas en blanco nuestro compromiso de amor a Dios y a la persona, con una ayuda, con una sonrisa, … Hay muchas páginas en blanco en el libro de la vida de cada persona. Este libro no se adquiere en ninguna librería, lo lleva consigo la persona. Tu y yo podemos tener ese libro también con páginas en blanco, esperando que alguien nos escriba unas palabras de consuelo, en cualquier situación triste que tengamos. No es muy difícil llegar a ese libro, si se trata a la persona de corazón a corazón. Todos tenemos el libro de nuestra vida con páginas escritas y otras en blanco, el pobre como persona que es también lo tiene, esperando un corazón que quiera escribirle su compromiso de AMOR. “ Yo amo a Dios y a ti también, pero con obras.” Salvador. Alicante, 31 Agosto 2019.
sábado, 31 de agosto de 2019
miércoles, 28 de agosto de 2019
AGRADECIMIENTO A LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALICANTE
lunes, 5 de agosto de 2019
MEMORIA DE ACTIVIDADES 2018
RESULTADOS DEL EJERCICIO
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2018
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Hombres
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Mujeres
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TOTAL
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Personas diferentes ACOGIDAS
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41
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11
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52
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Personas diferentes ATENDIDAS
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393
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111
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504
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Media mensual de personas ACOGIDAS+ATENDIDAS
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154
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Personas diferentes alojadas en pisos y Pensión
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39
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9
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48
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Total pernoctaciones asumidas
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7.574
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513
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8.087
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Entrevistas
personales realizadas
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3.656
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490
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4.146
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Meriendas-cena y zumos repartidos a ACOGIDOS
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5.962
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884
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6.846
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Bolsas de comida entregadas a ACOGIDOS+ATENDIDOS
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18.546
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5.969
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24.515
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Personas que han regularizado su situación
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6
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7
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13
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Personas que han terminado los diferentes procesos
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10
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7
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17
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Total prendas ropa y calzado entregadas
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1.268
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Total útiles aseo y limpieza entregados
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1.692
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TOTAL GASTOS DE
2018: 162.049,03 €
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miércoles, 12 de junio de 2019
UN CORPUS CRISTI DIFERENTE
Caminaba con otro compañero, por la calle, para recoger unos recursos que nos hacían falta en nuestra Casa de ACOMAR. Al llegar a un pequeño jardín, vimos en un banco de madera, a una persona que estaba tendida, en un cartón y cubierto su cuerpo con media manta vieja. Su lecho un banco de madera, su colchón un cartón y su edredón un trozo de manta vieja… y su techo, las estrellas… Nos miramos en silencio y lo teníamos clarísimo. Nos detuvimos y hablamos un poco con esa persona… resumiendo: estaba en total abandono tanto externo como interno, con mucho desorden. Para ayudarle, le ofrecimos nuestros recursos y los aceptó…Con el fin de que su situación no se agrava
ra más lo llevamos a nuestra Casa donde teníamos acogidas a unas 19 personas, en diferentes procesos: prevención, rehabilitación, promoción e inserción. Fue atendida en todos los recursos de atención primaria, como todos. Esta persona comenzó la fase de prevención. Luego, poco a poco fuimos dialogando, escuchando y preparando a esa persona a iniciar voluntariamente su proceso y a llevar, con nosotros tanto externa como internamente: convivencias, relaciones…higiene, fases de comportamiento, autoestima… lo que es nuestro servicio permanente con estas personas.
A los pocos días celebrábamos el día del Corpus Cristi. Fuimos a adorar a Jesús Sacramentado y asistimos a la Eucaristía y al acompañamiento del Señor, en la procesión. Nos vino a la mente y al corazón que no está muy lejos de este Corpus, el cuerpo de otras personas con las que el mismo Cristo se identifica y están en la soledad. Para ese acompañamiento, para esa “procesión”, para ese proceso que hay que llevar con estas personas para ayudarles a salir de sus situaciones no hacen falta ni cirios, ni flores, ni estandartes, ni capas grandes doradas, ni música….¿Quién las acompañan?, Aquí ya no hay ni cirios, ni estandartes… aquí vamos a encontrar; sufrimientos, soledades, desesperanzas, enfermedades, hambre, abandono, miserias…¿Quién escucha estos lamentos?.” Tuve hambre, no tenía techo, estaba en la droga, en el alcohol, estaba abandonado/a, excluido/a, olvidado/a…¿Me ayúdate a salir de mi situación?. ¿Escuchaste mis lamentos?. ¿Me acompañaste en mi “procesión”, hacía mi recuperación?. ¿Me diste el corazón que yo esperaba, para dar fuerzas al mío que agotado estaba?. “Lo que hiciste a unos de estos mis hermanos más débiles a mí me lo hiciste” (Mat, 25,40). Aquí en este inmenso mundo de la pobreza vamos a servir, amar, ayudar a escuchar… al Señor. Aquí no vamos a pedirle al Señor, aquí es el Señor quien nos pide…una comida, un alojamiento, salir de la droga, del abandono personal…
Es un Corpus que dura toda la vida. Es un Corpus diferente, pero muy muy cercano al Cristo pobre. Salvador, 8 Junio 2019.
lunes, 29 de abril de 2019
Lo interno
Estábamos en plena faena de trabajo, en nuestra Casa de ACOMAR, el Viernes Santo, de mañana. Ya teníamos organizado, todo el voluntariado, el servicio para la atención a los pobres. Había que servir a unas 70 personas, de todo el mundo. Bueno, aunque sea fiesta, aquí no hay vacaciones. ACOMAR no cierra. ¿Cómo nos vamos a marchar y cerrar esta Casa?. El hambre no tiene vacaciones, ni la soledad, ni la desesperanza, ni el dolor… tienen vacaciones. Cuando se ama a una persona ni se le puede cerrar el corazón, ni se le puede despachar de vacío. Hay que llenarle su corazón de esperanza y paz con hechos y palabras, no solamente hoy, también muchos más días. Aquí es un “estilo de vida cristiana”, que intentamos llevar adelante con nuestro voluntariado, con todos nuestros defectos, e imperfecciones… que tenemos y muchos… Es entonces cuando la persona pobre y necesitada, que entiende muy bien este lenguaje, del amor, sabe que se le ama. ¿Cómo nos vamos a ir de vacaciones para hacerle daño?.
Pues bien, seguíamos con nuestro trabajo y nos visita una persona inmigrante, que había estado con nosotros en su proceso de rehabilitación e inserción, ya hacía un tiempo. Buena persona. Educado, atento…, con un poco de dependencia y con desorden interno. El proceso fue largo y un poco difícil, sus negativas, sus abandonos, el volver a empezar…con nuestros ratos de escucharlo y dialogando, pudimos ir sepultando aquellas dificultades. Nos dimos cuenta que al tener todos los servicios de atención primaria cubiertos, ya pensaba que su proceso había terminado. Le dijimos que se conformaba con muy poco y no lo entendió. Le hablamos de que con nuestra ayuda debía él recomponer su vida interior. Le gustó mucho la frase de que tenía que “nacer de nuevo”. Poco a poco la llevamos a la práctica con él y empezó su orden interno. Comenzó su vida nueva ; teniendo su higiene, a saber esperar, a saber presentarse, a buscar su empleo, a saber administrarse, a dialogar, sin prisas… a tener su paz interior, su alegría… Y quiso el Señor que tuviera un trabajo y se marchó, ya organizado.
Hoy Viernes Santo ha vuelto para saludarnos y hemos celebrado su “resurrección”. Hoy podemos decirle ¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!. Esta es su verdadera Pascua. Todos nos alegramos, porque para llegar a su Pascua de la alegría, ya liberado de su pobreza, teníamos que vivir con él, el “via crucis” de su proceso. Es ahí donde se realiza el verdadero AMOR. Continua trabajando, con contrato y ha reunido a su familia y lo más importante es que sigue viva su paz y su su orden interno.
Es una persona realizada ha “nacido” de dentro hacía fuera. Ya no se conforma, como al principio, con los recursos externos ahora valora más los internos que los de fuera. “Cuántas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos más débiles, a mí me lo hicisteis”.(Mat, 25, 40). Salvador. Alicante 19 Abril 2019.
jueves, 31 de enero de 2019
LA BALDOSA
Aquella tarde del 2 Febrero de 1990, era una tarde lluviosa y fría. Me acercaba a la Parroquia para una reunión con la pequeña comunidad del Neocatecumenado Parroquial donde Mercedes, mi mujer, y yo habíamos realizado durante 12 años un proceso de formación en la fe. Yo no conocía el amor de Dios y allí lo conocí.
Al llegar al patio de la parroquia, veo que a la altura de la puerta había una persona pidiendo ayuda. No estaba bajo el porche de la entrada, estaba de pie sobre una baldosa. Seguía lloviendo, con un viento frío. Me acerco y veo que estaba descalzo, sin apenas ropa, muy mojado. Lo saludo y nos presentamos. Dialogamos un momento de su situación. Le invito a que pase a la parroquia concretamente a la pequeña comunidad, había que darle alguna solución a su situación. Así no podía estar. Me dice que no podía entrar en la parroquia porque ahí nada más que reciben a genta importante y él no es importante, yo soy un pobre y mi lugar es la puerta de la calle. Le respondí que el más importante que hay aquí es Vd., por favor, acompáñeme. Entró y lo hizo con mucha reverencia. Miré al Sagrario y con una mirada nos entendimos. Luego llegó a la pequeña comunidad lo presenté a mis compañeros y no hizo falta ni hablar. Marcharon a sus casas a traer ropa, calzado, alimentos… llegó el párroco, le expliqué lo que estábamos haciendo y nos dijo: adelante. Cuando estuvo perfectamente arreglado y después de cenar, Mercedes y yo lo llevamos a un hostal, aquel iba a ser su alojamiento.
Era una persona con bastante cultura se explicaba muy bien, educado, atento y con buen sentido de apertura hacia los demás, muy dialogante. Tenía familia. Se encontraba en esa situación por una negligencia laboral. No tenía ni empleo ni sueldo. Estuvo con nosotros como acogido unos 3 años, realizando un proceso de promoción, con atención especial a llevar adelante unos compromisos mutuos de ayuda, escucha, diálogos, higiene, atención personal diaria y teniendo cubiertos todos los servicios de atención primaria, que nos suponía un gasto y no teníamos ni un “duro”.
“Buscad el reino de Dios y su justicia y todo lo demás os lo daré por añadidura”. (Mt.6,33). Nos creímos esa Palabra de Dios y sabíamos que la presencia del amor de Dios andaba por aquellos caminos, que no estaba muy lejos de aquellos “pasos” que estábamos dando y que aparecería ayudándonos en “algo” y así fue. Personas anónimas, particulares, y algunas que no conocíamos, viendo lo que estábamos haciendo comenzaban a colaborar.
Al cabo de 3 años finalizaba la sanción empresarial y era deseo de la persona acogida y de todos nosotros, que volviera al trabajo de donde salió, comenzamos a movernos. Costó bastante tiempo y mucha ayuda de otras personas. Gracias a Dios se consiguió. Volvió a su puesto de trabajo.
Una tarde antes de marcharse me llama y me dice: ¿Se acuerda de aquella tarde hace unos 3 años que me acogisteis y que yo estaba en esta baldosa, con mucho frío y hablamos Vd. Y yo de mi situación?. Yo estaba expectante…. Y continuó. Pues ahora le digo que gracias a Dios y vosotros tengo mi puesto de trabajo y estoy recuperado. Nuevamente soy persona. Llorando de alegría me dio un abrazo y luego a todos. Nos dio las gracias. Habíamos recuperado a una persona. Nunca perdimos su amistad y venía y nos visitaba con frecuencia.
Así de sencillo nació ACOMAR. Dios se vale de lo más insignificante del lugar, sitio, personas, medios… para realizar su obra. “…Cuando aparezco débil, entonces es cuando soy fuerte” (Cor. 12-10). En la medida que íbamos ayudando a esta persona veíamos que por las baldosas de las calles de Alicante había muchas más personas en situaciones difíciles y que igual que habíamos ayudado a esa persona podíamos hacerlo, con ayuda de Dios, a otras y así con nuestro fenomenal y sencillo voluntariado hemos llegado a los 29 años de servicio, atención y ayuda a los pobres. Para que se tenga una sencilla idea de nuestro servicio, de la memoria anual del año pasado, he sacado estos datos: Persona acogidas atendidas 575. Bolsas de comida repartida 25.544 bolsas. Gracias al Señor y a su Bendita Madre. Alicante 24 Enero 2019. Salvador.