jueves, 16 de junio de 2022

CON 13 AÑOS MIRA LO QUE HACE.

Tiene 13 años y cuando puede viene con su padre y su hermana a ayuda a preparar la alimentación para los 250 o 260 personas muy necesitadas que acuden a Acomar diariamente.

Ayer vino con su padre para hacernos una visita. Nos saludamos y se le notaba que estaba muy feliz y su padre también. Nos mirábamos y los ojos le brillaban. El rostro era de alegría y le faltaba tiempo para comunicar algo. Le pregunto: "¿qué quieres contarme?" y la respuesta fue que me entregó, mirando al padre, un pequeño sobre con el anagrama de Acomar. Le digo: "por favor, habla" y me responde "mi hermana y yo habíamos tratado la situación de los pobres de Acomar, de cómo se prepara la alimentación y las bolsas de comida y todo el pan que se gasta en atender a estas personas que tienen hambre. Preparamos en casa unas magdalenas caseras con el propósito de ir de piso por piso y de puerta en puerta para venderlas a los vecinos de la comunidad. Con el fin de recoger un donativo para el pan de los pobres". Me entregó el sobre con lo recaudado. Nos emocionó a todos y lloré de satisfacción por el gran detalle porque algo se va recogiendo de lo que se va sembrando. Le dije que a pesar de los 13 años era un gran hombre, lo mismo de su hermana, una gran mujer. Personas mayores que vosotros no tienen estos detalles, le dije. Todo propio de un alma limpia y generosa. Recordé unas palabras de Cristo "te doy gracias Padre Bueno que estas cosas del Reino de Dios no se las has enseñado a los sabios y entendidos, solamente a la gente sencilla y humilde".

¡Cuánto tenemos que aprender! 



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