lunes, 16 de marzo de 2015

Carta de ACOMAR para la Hermandad Stabat Mater

A continuación reproducimos la carta que el cofundador de ACOMAR, Salvador Silva, ha publicado en la revista de la Hermandad Penitencial "Stabat Mater", perteneciente al colegio Maristas Alicante.

Desde aquí reiteramos nuestro agradecimiento a la cofradía por colaborar con nosotros desde hace mucho tiempo y les damos la enhorabuena por la fantástica labor que realizan.

                        Con todo el cariño, el respeto y el amor que os tenemos en ACOMAR, os mandamos esta carta  queridos   hermanos/as  de la Hermandad  Stabat   Mater del Colegio Maristas de Alicante,  deseándoos, de todo corazón,  que sigáis siendo portadores  del Señor en vuestras  vidas  para poder compartirlas con los demás, haciendo el bien.
                        Amigos/as vuestro trono que con tanta reverencia, sentimiento, devoción y vocación… lo hacéis vida, el Martes Santo,  por  las calles de Alicante, tiene mucho que ver con ACOMAR.
                        Jesús clavado en la cruz. Su Santísima Madre al pie de la cruz, sufriendo, padeciendo… en silencio. Su Hijo,  pobre, olvidado, marginado, humillado, fracasado… colgando de la cruz.
                        Esa situación sigue siendo actual, se puede ver diariamente en ACOMAR. A nuestra Casa de Acogida y Seguimiento llegan diariamente personas,: vagabundos, mendigos inmigrantes, sin techo, paralíticos, enfermos/as mentales, sin techo… algunas con temas de alcoholismo, drogodependencia, prostitución,  abandono personal…  Colectivos, que  están “ clavados”  en la cruz de la pobreza, de la miseria, del abandono, del olvido…
                        La Santísima Virgen María no es  solamente  la Madre de Jesús, es también Madre nuestra, pero  de una forma especial de los pobres, los preferidos de su Hijo.
                        ¿ Por qué nació  y para qué nació ACOMAR, hace ahora 25 años?. Pues para intentar  ayudar  a  quitar de la cruz de la pobreza a muchas de estas personas y aliviar el sufrimiento de la Madre.
            ¡Cuántos Cristos amigos/as!,  personas muy muy pobres llenas de “heridas” tanto internas como externas  nos claman todos los días  y nos  piden en nuestra Casa:  ¡Ayúdame!.  Mírame,  por favor, estoy en la soledad, en el alcohol, en la droga, en la miseria… no tengo nada. ¿ Pero  sabes cuál  es mi mayor carencia.?. Pues, que nadie me AMA. Tengo un vacío  interior  tan profundo, tan profundo, que mi YO, está roto, o no sé  si existe. Por favor, no me lo llenes solamente de cosas… que  está bien. A la vez siéntate junto a mí. No tengas prisas. Escúchame,  escúchame y poco a poco oirás los lamentos de mi YO. Con tu vida dale vida a mi YO y comienza a caminar conmigo  a mi ritmo. Necesito mi dignidad. Sácame de la cruz en la que estoy.
                        Amigos/as cuando se va realizando todo ese encuentro con esas personas  muy muy pobres, vuestro Cristo de la “Caña”, comienza a sonreir. Ya no se encuentra  tan abandonado, ni tan humillado, ni  tan olvidado… y su  Santísima Madre mirando la felicidad de esa persona muy muy pobre, nos mira  a todos con ojos de agradecimiento.
                        De todo esto, sabéis mucho todos vosotros,  el Colegio Maristas,  y la Comunidad de Hermanos Maristas, por las ayudas que nos dais para llevar a cabo toda esta labor, así como otras personas anónimas e Instituciones y sobre todo el gran número de voluntarios/as de ese Colegio, jóvenes que viven de cerca y  con  todo el corazón los momentos de apoyo que antes os he  narrado junto a las personas muy muy pobres en nuestra Casa donde nos ayudan, ya hace años todos los lunes, sin faltar ninguno,   buscando la cercanía  y el AMOR con el pobre, ayudándole a curar sus “heridas”. También comienza otro grupo de jóvenes los viernes.

                        Amigos/as  para eso nació ACOMAR y actúa ACOMAR.
            Nuestro agradecimiento a la Junta Directiva de vuestra Hermandad  a todos y todas los/as hermanos/as, por la oportunidad que nos dais a entrar en vuestra Casa. Gracias.
            Los colectivos de personas muy muy pobres y toda esta Asociación Comunidad os lo  agradecen. Con todo nuestro corazón  en nombre de ACOMAR.

                               
                                Salvador  Silva                                                 

                                              (Presidente).