lunes, 27 de enero de 2020

1º Pilar. La presencia de Dios.

Pilar 1º. “….. Aquel, que escucha mis palabras y las pone en práctica se parece  a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y  descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque está  cimentada sobre roca.” (Mt.7 ,24-25).  El trabajo no era fácil. Teníamos bien claro el objetivo. Después  de creernos, Mercedes y yo, la Palabra de Dios, en un proceso de formación en la fe durante 12 años, en una parroquia, en Alicante, la misión estaba fuera, en la calle. Había que salir a demostrar, con hechos, lo que habíamos aprendido. Lo que habíamos aprendido era: servir, escuchar, atender, amar… a los pobres, fuera quien fuera y en la situación que estuviera, defendiendo su dignidad. Eso es el reino de Dios. Ese era y sigue siendo nuestro objetivo. No únicamente asistencialismo,  sino un servicio liberador. Con estas personas había que estar diariamente. Sus situaciones de pobreza no permitían descanso. Como tampoco lo permite ahora. Nos íbamos a su encuentro sin recursos. Nuestra confianza estaba en el Señor. Él era y es nuestra Roca.     

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