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jueves, 11 de febrero de 2016

Cuaresma, tiempo de cambio y nuevas oportunidades

Hoy queremos hablaros de la oportunidad que nos ofrece la cuarema para renovar nuestro interior, nuestros sentimientos, nuestras actitudes diarias.
Hay que dar paso a los acogidos, pero cada vez hay más pobres que están en la calle.
A nuestro alrededor hay infinidad de personas que están "hambrientas" de gestos, de actitudes, de detalles, de ternura, de afectos, de sorrisas... y nadie se los da.
No somos capaces de compartir. No compartimos porque solamente nos miramos hacia nosotros mismos...
Siempre vamos con prisas y siempre... A mi casa, a mi trabajo, a mi coche, a mi ocupación, a mi necesidad, a mi familia, a mi diversión, a mi negocio... Siempre miramos hacia MI, siempre hacia mi YO. Nunca tenemos tiempo de pararnos un poco a nuestro alrededor, para ver y escuchar las necesidades, angustias, sufrimientos, fracasos del otro, el cual puede estar a mi lado y en silencio. Y entonces nos justificamos... "¡Va!, es un desgraciado", "Es un vago", "es un degenerado", "es un alcoholico", "es un drogata", "es un inmigrante", "es un sin papeles", "es un sin..., un sin..." y nos justificamos etiquetándolos.
Como están etiquetados, ya estamos tranquilos, "Esos no son de los mios". Ya estamos otra vez en lo MIO. No llegamos al TÚ. Nos quedamos en el MI.
Si algún día pudiéramos caminar con el TÚ de la persona que tenemos al lado, nuestro MI ya no sería Nuestro, seria SUYO.
Es entonces cuando nuestro YO, encontraría la auténtica felicidad, porque estamos haciendo feliz a TU  YO.
Si nos privamos de nuestro YO, daremos vida a Tu YO. Es entonces cuando dos personas que caminan juntas hacía su encuentro, sus huellas nunca se borran.
Es cuaresma, el momento de empezar con este movimiento personal. Súmate a la causa y ayuna de todas los egoismos y características negativas que nos rodean.

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