Hola amigos y amigas: Normalmente los temas de ACOMAR, que muchas veces son duros y fuertes, para darle una solución acertada, los consulto, pienso, hago oración, recapacito… y al final decido. Pero en este caso ya lo tengo asumido porque el tema ya está hecho. Lo habéis hecho vosotros y vosotras. En nombre de Mercedes, de las personas Acogidas, de toda la Comunidad y en el mío propio, recibid todo nuestro respeto, admiración y cariño y éste último que no nos falte nunca. Estoy seguro que ACOMAR está siendo fiel a su vocación y destino, gracias a todo el servicio que se realiza día a día con todo vuestro amor y cariño a estas personas necesitadas por todo el voluntariado. Permitidme que le dedique unas letras al voluntariado que durante todo el verano ha estado junto a estas personas. Habéis hecho realidad aquello de lo que siempre os he hablado “De que el hambre, el dolor, la enfermedad, la pobreza… no tienen vacaciones y hay que estar junto a quienes lo sufren”.
No es muy difícil escribir en el corazón de la persona amada. Dos personas se aman y se sienten amadas y lo viven… Escritura perfecta. No es tan perfecto, cuando hay que escribir el mensaje de amor a una persona que tiene el corazón “roto”, que se siente abandonada, humillada, fracasada, olvidada… por el sufrimiento y que además no conocemos. Se le puede hablar, pero si las palabras no van acompañadas de hechos, son palabras vanas. No sirven. Son mentiras.
Ese corazón que se siente destrozado. Está deseando de oír y ver algo que le de vida que le de luz, que le de alegría. Hace tanto tiempo que carece de ello, que esa página de su vida está en blanco… y son tantas páginas… tantos libros…Nadie se ocupa de escribir hechos de amor. Si alguien ha escrito ha sido un borrón. Una mentira.
Vosotros, vosotras amigos, amigas, grandes voluntarios y voluntarias. Estáis siendo creativos, creativas; de lo pequeño que lleváis en vuestro corazón, realizáis lo más grande y hermoso con cada una de las personas acogidas. Para amar a un corazón en está situaciones, de dolor, de abandono, que antes me refiero, no hacen falta grandes pantallas, ni altavoces, ni estructuras externas. Estáis utilizado vuestro corazón lleno de amor compasivo, para escribir en silencio, en el corazón del pobre con una sonrisa, una mirada, una palabra de aliento; sirviéndole la merienda, la cena, el desayuno, la comida, la ropa, el alojamiento, la entrevista… para decirle: que se sienta querido, amado, respetado…Con vuestro trato cercano, habéis borrado el sufrimiento y habéis unido el corazón del pobre, que estaba “roto”, al vuestro. Le habéis dado la esperanza perdida. Eso un día, otro día y otro… y así muchos años… Eso se llama amigos y amigas el “goteo” que ha dado y sigue dando vida a tantas personas muy pobres, en nuestra humilde y sencilla Casa. Eso se llama dignidad. Os acordáis:… “Tuve hambre y me diste de comer… estaba triste abandonado y me acogiste… estaba olvidado humillado y me hablaste con cariño… me sonreíste. Estaba en la droga y me liberaste… ¡Qué momentos más felices! Todos crecemos Acogidos, voluntarios y voluntarias.
No nos guardemos los sentimientos que Dios nos ha dado. No, No. Vamos a multiplicarlos siendo creativos, especialmente en las pequeñas cosas para repartirlos a los demás. Habéis hecho realidad el espíritu de ACOMAR; Dar vida donde no hay vida. Se ha escrito en el corazón del pobre una página que estaba en blanco. Habéis impreso el nombre de Dios y el vuestro.
Todos estos temas y más me gustaría hacerlo personalmente con vosotros y vosotras y comentar vuestras experiencias, no sé si algún día pudiera ser una realidad. Por ahora os escribo. Gracias. Mercedes y Salvador. Alicante,10 Septiembre 2018.
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